MEDIACIÓN FAMILIAR: Ayuda a resolver conflictos entre miembros de una familia, como divorcios, disputas de custodia de los hijos o herencias.
MEDIACIÓN COMUNITARIA: Se centra en resolver disputas dentro de una comunidad, como problemas entre vecinos o conflictos en organizaciones locales.
MEDIACIÓN LABORAL: Se utiliza para resolver disputas en el lugar de trabajo, como conflictos entre empleados, entre un empleado y un supervisor, o problemas sindicales.
MEDIACIÓN CIVIL: Se utiliza en disputas civiles, como conflictos de propiedad, contratos o reclamaciones de daños y perjuicios.
MEDIACIÓN PENAL: Se utiliza en casos penales para ayudar a las partes a llegar a un acuerdo sobre cuestiones como la restitución o la resolución de problemas entre víctimas y delincuentes.